Después de más de 500 días de deliberación, la corte constitucional colombiana ha tomado una decisión sobre los dos casos de aborto que se le han presentado. Esto es un logro enorme para los activistas que organizaron manifestaciones masivas y crearon organizaciones con la meta de obtener apoyo popular para la causa de ponerle fin a uno de los vestigios más crueles del patriarcado colombiano: la criminalización del aborto.
El fallo constitucional de la corte termina despenalizando cualquier aborto antes de las 24 semanas de gestación, y despenalizando cualquier aborto despues de las 24 semanas que sea protegida bajo las 3 causales establecidas (cuando está en riesgo la vida de la madre, cuando es fruto de violación o incesto, o si hay malformación del feto) en la constitución colombiana. Vale la pena notar que 24 semanas es un avance enorme en comparación a México y Argentina donde fallos similares despenalizaron el aborto durante las primeras 12 y 14 semanas, respectivamente.
Este es un avance enorme para la juventud, el campesinado y la clase obrera colombianas, cuyas mujeres han sufrido los horrores de tener que llevar embarazos a términos sin elección más allá de la elección impuesta por el estado y la iglesia católica. Este logro se convierte en la primera victoria para la gente de a píe en un año que promete ser un año de cambio y lucha en Colombia. Por esto, es importante hacer balance de los eventos ocurridos, aprender lecciones y preparar tácticas para defender lo que se ha logrado hoy.
Las barreras entre las mujeres y la autonomía corpora
Es importante recordar el contexto en el cual se da este fallo. Según la Mesa Por La Vida, “un colectivo que trabaja por los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres en Colombia, en particular por la despenalización total del aborto”, el promedio de casos de aborto perseguidos por año se ubica alrededor de 400 por año incrementando en un 320 % desde el 2005. Según la Fiscalía General de la Nación, 42% de las mujeres criminalizadas estaban entre los 15 y los 19 años de edad y 75% eran menores de 24 años. En el 79% de los casos, personal hospitalario y la policía han reportado a las mujeres que han decidido tomar un aborto.
En este orden de ideas, la persecución de la que han sido víctimas las mujeres que acceden a la interrupción voluntaria del embarazo, se acompaña de discursos moralistas impulsados desde la iglesia católica y el Estado. Por medio de los cuales, se subordina a la mujer a ocupar el rol de madre-esposa, como fin último de su desarrollo personal, restringiendo su derecho a decidir si desea ser madre, establecer una familia y en qué condiciones hacerlo.
Además, los mecanismos legales existentes antes del fallo de la corte denotan una actitud paternalista y de infantilización de las mujeres, ya que, aún bajo las tres causales, se prioriza el concepto médico, es decir, la decisión de un tercero sobre el cuerpo femenino. A su vez, las mujeres se ven forzadas a probar que su situación de salud mental y/o salud física, pone en riesgo su vida y la del feto, así como, someterse a exámenes invasivos, en caso de violencia sexual; desconociendo la decisión autónoma de las mujeres de interrumpir su embarazo.
A esto se añade el debate introducido por sectores antiderechos en el ámbito de la salud, que pretende abogar por el derecho a la objeción de conciencia, el cual, debería permitir que el personal de la salud se niegue a realizar la interrupción voluntaria del embarazo, en caso de no estar de acuerdo con la misma. Aunque según Causa Justa (2019) este derecho no debería impedir que las mujeres accedan a la IVE (interrupción voluntaria del embarazo), aún sigue siendo una razón de “peso” para negar la prestación del servicio.
Esta situación se recrudece en los entornos rurales, donde la situación de clase dificulta el acceso a servicios de salud sexual y reproductiva debido a la ausencia de centros de salud especializados. Adicionalmente, el arraigo a la moral católica y el ideal de familia nuclear que ésta protege, restringe a las mujeres del uso de métodos anticonceptivos, así como de fármacos que posibilitan la IVE.
Por esta razón, las comunidades rurales y étnicas, persisten en el uso de métodos abortivos caseros, los cuales aparecen como una estrategia para mitigar la ausencia de cobertura en salud en los territorios más apartados de la cabecera municipal. Sin embargo, éstas prácticas rudimentarias incrementan. Según Causa Justa (2019), el riesgo de presentar complicaciones es de un 53% en áreas rurales, mientras que en las zonas urbanas es 44%
Ahora bien, en la coyuntura actual de la despenalización del aborto, se mantienen vigentes las preocupaciones relacionadas con la inoperancia del régimen de salud, en lo que concierne al fácil acceso a la IVE. Esto se debe a las demoras en los trámites administrativos, lo que llevó a la corte a fijar un plazo no mayor a 24 semanas de gestación para hacer efectiva la IVE. Además, de la situación de clase de las mujeres que no cuentan con ninguna vinculación al régimen subsidiado o contributivo de salud.
Así mismo, las barreras en el acceso a servicios de salud seguros y eficaces,pueden incentivar el uso inadecuado de medicamentos abortivos e incluso llevar a las mujeres a continuar interviniendo su embarazo en clínicas clandestinas, donde el riesgo de sufrir alguna complicación es mayor. En ese sentido, la despenalización del aborto, aunque sirve como una medida legal de protección del derecho a la autonomía corporal de las mujeres, no es suficiente para garantizar la cobertura en salud en todo el territorio nacional.
Adicionalmente, posterior al fallo de la corte constitucional, sectores políticos y religiosos han desatado todo tipo de discursos moralistas, en contra de esta decisión y amenazan con valerse de mecanismos legales, para solicitar la derogación de la decisión de la corte. Este es solo el inicio de una larga lucha por la garantía del derecho a la autonomía corporal y la liberación de las mujeres del yugo patriarcal.
Las fallas del reformismo con las mujeres
La orientación del Pacto Histórico en esta cuestión antes del fallo de la corte da de qué hablar. Efectivamente, por miedo a ahuyentar a la burguesía y con el objetivo de prepararse a gobernar (dentro de los límites del capitalismo, complaciendo a la burguesía), Petro ha estado dispuesto a sentarse a puertas cerradas con individuos como Alfredo Saade, un líder cristiano que lucha en contra del derecho de las mujeres a su autonomía corporal, al igual que el matrimonio de parejas del mismo género. No solo esto sino que Petro claramente ha moderado su posición y presentandose no como un candidato “proaborto”, pero simplemente como alguien que quiere reducir el número de abortos a traves de la legalización y la expansión de la educación sexual en el país.
Si bien esta ultima posición no es necesariamente incorrecta, moraliza la cuestión del aborto hasta un punto innecesario. El punto del desarrollo tecnológico de nuestra sociedad es proveer a cada persona la habilidad de poder controlar su propio destino. El derecho a abortar sería simplemente una herramienta más, que las mujeres podrían usar para decidir exactamente cuándo y cómo empezar sus familias, de así desearlo. En este sentido, nos declarariamos “proaborto” con orgullo.
En el momento actual, casi todos los candidatos de la consulta del Pacto Historico apoyan el fallo con las excepciones del mencionado Saade y Arelis Uriana (quien no se ha pronunciado). Esto es particularmente triste cuando uno nota que todos los candidatos del Centro Esperanza, la coalición de candidatos de centro, han apoyado el fallo. Esto en el nombre implícito del oportunismo, pero sin embargo refleja el problema que el Pacto Histórico ha creado para si mismo admitir a elementos conservadores en nombre de asegurar la presidencia.
Es importante tener en cuenta que la ambigüedad de Petro le deja la puerta abierta a un retroceso en esta cuestión. Los liberales y la coalición Equipo Por Colombia ya están hablando de implementar un referendo para definir esta cuestión. En caso de que ese referendo revele que el fallo no sea tan popular, Petro puede fácilmente esconderse detrás de su posición de “Aborto Cero” y abandonar la causa de la elección en nombre de invertir en más educación y recursos que simplemente no resuelven la cuestión. Es por esto que es imperativo que el Pacto Histórico defina sus posiciones en esta y muchas otras cuestiones si de verdad espera gobernar para la gente.
La descriminalización del aborto sería una gran amenaza al patriarcado ya que este deprivaría a la clase dominante de un sector obrero que pueden oprimir y explotar a traves de la restricción a un derecho tan fundamental como la elección de tener o no tener un hijo. La obtención de semejante derecho podría ser una amenaza al capitalismo solo si se saca un balance claro de cómo se obtuvo (a través de métodos militantes de manifestaciones masivas) y exactamente que se obtuvo (una reforma de parte de la clase dominante, con muchos de sus miembros dispuestos a revertirla a como dé lugar)
En defensa del derecho a la elección
Es importante recalcar en todo esto la cuestión de tácticas. Una gran cantidad de la energía en las manifestaciones ha sido orientada enteramente hacia convencer a la Corte Constitucional de la necesidad de cambiar la constitución para servir el interés de las mujeres. Pero es importante recordar que el fallo de la corte no es nada más que una solución temporal a un problema más serio. La misma corte constitucional lo ve así en este fallo, donde exhortan al congreso a que construyan una “política pública integral” al respecto en el “menor tiempo posible”.
Esto demuestra los límites del reformismo. Si bien, ciertamente creemos que esto es un increíble paso hacia adelante, tenemos que explicar que la clase dominante no aceptará esta decisión sin luchar. El capitalismo colombiano depende en parte de las barreras al aborto por que convierte a una capa substancial de la clase obrera en madres solteras a quienes se les puede explotar más facilmente. Por esto, este fallo sólo puede llegar tan lejos como el movimiento lo pueda llevar.
Vale la pena notar los comentarios del presidente Ivan Duque en todo esto. Duque remarca que es “atroz” que 5 magistrados puedan decidir la cuestión del aborto en el país. Esto termina siendo una admisión tácita de que tan antidemocrática es la constitución del 91 y la democracia burguesa en general. Después de todo, ¿cuántas veces ha decidido la corte constitucional en defensa de la propiedad privada y los intereses de los terratenientes y empresarios? Sin embargo, ahora que el resultado no les conviene, declaran que 5 magistrados no pueden tomar semejante decisión.
La derecha en general se ha enfocado en el plazo otorgado por el fallo. Se deploran los abortos de 24 semanas y candidatos como Federico “Fico” Gutierrez han usado el plazo de 24 semanas para criticar el fallo por completo. De por sí, 24 semanas es un compromiso. Las 2 demandas originales que la corte constitucional debatió proponían despenalización completa. Pero más importante aún es notar las debilidad del sistema de salúd de este país, especialmente después de la pandemia. El hecho es que todas las EPS reportan sobreocupación (con las IPS mixtas reportando sobreocupación del 244%) y los tiempos de espera para procesos como IVE fácilmente pueden incrementar en semanas. Esto, especialmente en áreas rurales, probablemente lleve a más de una mujer a ser forzada a esperar 6 meses sino más. Nos atreveriamos a decir que el movimiento debería luchar por la despenalización completa del aborto en nombre de proteger a las mujeres más vulnerables, que serán sujetas a las fuerzas de la austeridad en el sector salud y la reacción social poniendo presión sobre el personal de salud para que no desempeñen su labor como profesionales y administren IVEs
Hay posibilidad de que este fallo sea rebatido con un referendo. De ser así, nuestra tarea sería la de ir a las calles a defender el derecho a abortar y explicar pacientemente la necesidad del derecho al aborto al mismo tiempo que explicamos que medidas como estas, de parte de la clase dominante, no son más democraticas, pero son precisamente diseñadas para defender el cruel status quo que condena a miles de mujeres a la muerte o la maternidad precaria sin tener la habilidad de decidir.
Si quieren que esto pase de la manera más democrática que hay, nosotros estaríamos enfáticamente de acuerdo. La manera más democrática que hay, sin embargo, no es en las deliberaciones de un congreso que ha intentado pasar una ley en defensa del derecho a la autonomía corporal 10 veces sin un avance pero en las calles, donde la gente de a pie puede aclarar exactamente qué es lo que defiende. Demostraciones masivas y huelgas políticas en solidaridad podrían hacer la diferencia. Después de todo, esto es una cuestión que incide en la vida de cada trabajador, no solo las mujeres jóvenes.
La emancipación de la mujer
Como marxistas, creemos que es clave luchar contra la opresión de la mujer y todos los sectores de la sociedad que se encuentran marginalizados, como las comunidades aborígenes, LGBTQ y afro-colombianas. De esta misma manera, creemos que la mejor manera de luchar contra esta opresión es sobre una base teórica sólida que explique que la opresión de las comunidades marginalizadas fluye del capitalismo y la sociedad de clase.
Nosotros creemos también que la tarea de la clase obrera con respecto a la mujer es ponerle fin a la opresión e indignidad que viven las mujeres todos los días con un sistema socializado y completo de maternidades, casas cuna, jardines de infancia, etc. que se encargue de socializar la labor doméstica. Solo esto podría empezar a liberar a la mujer del yugo de la división de la labor de género.
La tragedia del capitalismo es que solo una pequeña minoría de individuos de verdad pueden decidir su destino más allá de sus acciones individuales. Del resto, todos somos sujetos a las leyes de la sociedad y no hay muchas leyes más grandes que la ley del patriarcado, que fuerza a las mujeres a servir como trabajadoras domésticas e incubadoras de niños en contra de su voluntad. Hegel alguna vez explicaba que “la libertad consiste en el control sobre nosotros y la naturaleza externa. Un control fundamentado sobre el conocimiento de la necesidad natural y es por consiguiente el producto del desarrollo histórico.”
En otras palabras, la humanidad solo es libre en la medida en la cual reconoce las leyes de la naturaleza y las usa para controlar su propio destino. La despenalización del aborto es un paso pequeño en esa dirección ya que le permite a las mujeres el decidir exactamente que debería ocurrir con sus cuerpos, usando los recursos y la tecnología disponible para hacer este proceso seguro y saludable. Pero esto es solo una parte de lo que necesita para emancipar a la mujer. Después de todo, las mujeres son atacadas todos los días por el patriarcado, producto de la sociedad de clases. En las calles, donde son acosadas. En sus casas, donde son abusadas. Muchas mujeres sufren muchos de los horrores más profundos del capitalismo.
Lo único que le puede poner fin a esto es un sistema económico que le permita a las mujeres tomar las riendas de sus vidas. Autonomía corporal, educación, empleo, independencia financiera, socialización de las labores domésticas. Esto solo se puede lograr con un programa que logre poner toda la capacidad de producción bajo el control de la clase obrera (que ya de por sí opera los hospitales, las escuelas y todos los servicios) para ponerlos al servicio de toda la humanidad. Esto abre un millón de posibilidades y una de ellas es ponerle fin a la opresión de las mujeres, emancipandolas y ofreciéndoles la posibilidad de finalmente tener acceso a la cultura, la ciencia y completo control de sus destinos.
Referencias
Causa Justa. (2019). Argumentos para el debate sobre la despenalización del aborto en Colombia.
Causa Justa. (2021). La criminalización del aborto en Colombia.
Infobae (2022, febrero 22). “Cinco personas no pueden plantearle a una nación algo tan atroz”: presidente Duque se refirió a la decisión de la Corte sobre el aborto”. Infobae.
La silla vacía oficial. (2022, febrero 24). ¿Ya sabe qué piensa su candidato presidencial sobre la decisión de la Corte Constitucional de despenalizar el aborto hasta la semana 24 de embarazo?. Instagram.
Muñoz, S. (2021, septiembre 14). Una mirada feminista del aborto voluntario y su despenalización. La silla llena.
Ramírez, S. (2021, noviembre 05). Gustavo Petro dice que no se considera “pro aborto”. El colombiano.
BBC (2022, febrero 24). Aborto en Colombia: la Corte Constitucional lo despenaliza hasta la semana 24 de gestación. BBC News mundo